Y QUE LE CAMBIEN LA MANGUERITA...
Uno se sorprende al leer las confesiones que, sin vacilar, Hacen los famosos a las llamadas revistas del corazón, así también las confesiones de los allegados a los famosos, como las que declaró la esposa del mítico cantante Sandro, al referirse sobre como se dió cuenta de que su esposo necesitaba un trasplante de órganos. Ella admitió: “ya últimamente utilizaba la manguerita de oxígeno para todo... Hasta para efectuarme un culliningus en un acto sexual”. Es cierto que con su declaración no solo dejó claro el grave problema cardiopulmonar del cantante, sino también dejó en evidencia su impotencia sexual. Roberto Sanchez, a quien ya no se le para, refutó las palabras de su esposa al afirmar a otro medio que: “Mi esposa no sabe que a partir de la famosa oferta de órganos de una fanática -a saber, a cambio de una casa-, me llovieron ofertas de órganos a cambio de solamente de sexo... y ahora aceptaré la oferta, por mi salud, claro... y para que ya no se hable de mi sexualidad... Empezaré a buscar la donante mas joven y saludable”.Sabemos que le será difícil encontrar una fanática de menos de 60 años y saludable, entonces le sugerimos que siga en la lista del INCUCAI como todos... Pero... Don Roberto, si llevara a cabo el trueque a cambio de sexo, si no quiere que hablen mal de usted en los medios y si quiere dejar satisfecha a la donante... Le recomendamos que esta vez utilice una manguera un poco mas gruesa, como la que utiliza en su mansión de Banfield para regar sus “Rosas, rosas tan maravillosas”.
GERE DESDE BANFIELD... (ESPIANDO CON UN LARGAVISTA)
